Casa Villa de Leyva
El alto de los Migueles, a escasos minutos del centro de Villa de Leyva y desde donde se aprecia un paisaje de características desérticas, es el lugar de emplazamiento de esta vivienda. El terreno es un aspecto esencial en el proyecto. Por eso, una de las directrices iniciales radicaba en la integración con el paisaje; además, el clima seco, el sol, la dirección de los vientos y las visuales exteriores condicionaron el diseño desde un comienzo. La implantación que hace un corte importante en el terreno fue la estrategia que se tomó para controlar los fuertes y constantes vientos presentes en esta cima.
La arquitectura vernácula de la región constituyó el mayor referente. Dos alas, que forman una “L”, se abren hacia un gran patio central, que vincula el interior con el exterior. Una de ellas corresponde a la zona social (sala, comedor y cocina), mientras la otra reúne las áreas privadas (cinco habitaciones y baños). Largos corredores, sostenidos por columnas de madera, organizan los accesos a cada una de las estancias, evocando elementos típicos de la arquitectura vernácula.