Arquitectos: DE LA CARRERA CAVANZO + MEMA ARQUITECTOS | Colaboradores: Carlos Balen - Fidel Mendoza - Carlos Martinez - Juan Pablo Sanchez - Mauricio Berrio | Año: 2012

Estadio Tokio

Una de las cosas más emocionantes de estar dentro de un estadio es el sentimiento y la emoción de ser parte de algo; de ser parte de una colectividad, de un grupo que comparte intereses y alegría. Es sentir  cada emoción que tiene lugar en el campo: las lágrimas, la alegría, el sudor; y compartir estas emociones con los que te rodean, porque ellos las sienten también.

La estructura en espiral que semeja un abrazo aumenta el sentimiento de comunidad y participación que se lleva a cabo en el estadio; no dicta las divisiones y separaciones, todo el mundo comparte el mismo espacio y la misma emoción.

El sentimiento de ser una comunidad, es amplificada por la forma del estadio. Cada emoción se siente colectivamente y puede ser vista por aquellos en el otro lado. El sentimiento circula alrededor de las espirales de espectador a espectador, la emoción de estar juntos y compartir un momento y una pasión.

 

 

 

La forma de espiral da a los espectadores la sensación de ser abrazado dentro de la estructura, lo cual crea un sentimiento de unión y comunidad que eleva la emoción de lo que está ocurriendo en el campo.

Este estadio no aísla a sus visitantes del resto de la ciudad. Los espectadores no están sólo dentro de la cancha, también están dentro de la ciudad y pueden verla mientras ven el campo.

Este estadio no bloquea su entorno, está envuelto por él. El entorno es parte del espacio conformado por la estructura del edificio. Por tanto, el sentido de comunidad es muy elevado, el espectador además de disfrutar de una pasión y compartirla con otros, también hace parte de la ciudad, que abarca el estadio y a todas las personas dentro de él.